Producción de queso fresco - uso de separadores en la industria láctea
El queso fresco es un producto elaborado a partir de "leche de queso" de distintos niveles de grasa mediante acidificación, que es "fresco", es decir, no madurado y apto para el consumo inmediatamente después de su producción. Se trata de la proteína de la leche de queso precipitada bajo coagulación ácida y concentrada mediante separadores. Dependiendo del producto, puede conservarse hasta 90 días si se almacena en un lugar fresco. El queso fresco incluye muchos productos diferentes, como el quark, el queso crema y el queso doble crema. Hoy en día, estos productos forman parte de los productos de tendencia de la nutrición consciente de la salud.
Los productos de queso fresco, bajos en calorías pero ricos en proteínas y minerales, están en auge y es difícil imaginar las neveras de los consumidores sin ellos. El hecho de que la producción industrial de queso fresco se haya convertido en algo natural se debe, en primer lugar, a la utilización selectiva de Separadores.
Los procesos actuales están totalmente automatizados, por lo que se necesita menos personal y se eliminan en gran medida los errores del proceso. Además, un proceso armonizado garantiza un mayor rendimiento del producto y, al mismo tiempo, reduce el consumo de energía.
Producción de queso crema y queso doble crema
El queso cremoso es un queso fresco con al menos un 50% de contenido en grasa. La leche se pasteuriza, se homogeneiza y se ajusta. Los separadores de boquilla se utilizan en la producción de queso crema. El queso de doble crema es un queso ligero, de sabor finamente ácido, pastoso y untable, con un contenido de grasa superior al 60%. Se fabricó por primera vez en Estados Unidos en 1880 y recibió el nombre de la ciudad de Filadelfia. En Alemania, el queso de doble crema es producido por varios fabricantes y se vende bajo diferentes nombres de marca. El queso de doble crema está representado en los mostradores refrigerados del comercio minorista como casi ningún otro producto lácteo. Ya sea como queso blanco o refinado con hierbas, como pasta para untar o como ingrediente de platos calientes, es imposible imaginar el menú diario sin este delicioso producto.